Programs – Speedway Motos c.a.

Josman Orlando Ortega Álvarez, nació el 13 de marzo de 1991, en un ambiente familiar lleno de amor y felicidad, Mientras Josman cursaba su bachillerato, su padrastro vendía aceites y lubricantes al mayor en el estado Apure, y luego empezó a comercializar repuestos de motos. Pese a ello, Josman se cuestionaba su futuro y el lugar donde quería estar, hasta que a los 17 años, decidió emprender un nuevo camino y mudarse a Barinas en busca de nuevas oportunidades. Desde entonces, Josman se esforzó incansablemente para hacer realidad sus sueños y metas. Pese a los obstáculos que encontró en su camino, como la falta de recursos y la adversidad económica, nunca perdió la esperanza y perseveró con valentía para alcanzar sus objetivos. Su determinación lo llevó a montar su propio negocio de repuestos de motos, el cual le permitió no solo consolidarse como un emprendedor exitoso, sino también a dar empleo a varias personas de su comunidad.

Después de no lograr ingresar a la universidad, decidió trabajar en una ferretería por tres meses antes de retirarse debido al agotamiento. Al ver que sus planes originales no funcionaban, decidió regresar a su pueblo natal, Palmarito. Allí se reunió con su hermano, quien estaba vendiendo su pequeño negocio de repuestos en una vitrina hecha de bareque y con ventanas de madera. A pesar de las preocupaciones de su abuela sobre su inversión, decidió comprarle el negocio y comenzar su aventura empresarial en Palmarito.

Con solo 1700 Bolívares como cuota inicial, se dirigió a Barinas para comprar repuestos. Pidió prestados 1000 Bolívares a su hermana para pagar el boleto de ida y vuelta en autobús y solo tomó agua en el camino para ahorrar dinero. Encontró al distribuidor de repuestos Franco Vinchi, quien le vendió las primeras piezas, como 2 guayas, 2 bujías y 2 pastillas. A medida que su inventario crecía, Comenzó a vender su inventario a un precio económico y la gente empezó a comprarle en grandes cantidades. Su madre le regaló un hidrojet y montó un lavado de motos, lo que aumentó su presencia en la comunidad. A pesar de los obstáculos, nunca se rindió y siempre fue perseverante en sus sueños.

Josman trabajaba con el dueño de Empire en Barinitas, Miguel Guerrero, durante sus horas libres en la universidad. A los 19 años, le daban créditos para llevarse motos para vender en su pueblo natal. Miguel un día le dio una cigüeña de motos con 20 motos para llevar a Palmarito. Josman llevó la mercancía en una camioneta de Olivo, el dueño de una Silverado que le hizo un favor económico. Josman se convirtió en el vendedor número 1 de Barinas con su moto. Luego, Josman se convirtió en distribuidor de la zona de los llanos para la marca china Sinda. Después de la devaluación del bolívar, decidió montar un negocio más grande en Barinas con mercancía guardada. Contrató a unos hermanos, pero uno de ellos lo estafó y se llevó toda la mercancía. Josman cayó y tuvo que vender su camioneta para sobrevivir.

Josman empezó su primer negocio en Palmarito, cargando mercancía en su camioneta y llevándola a Guasgualito para venderla. Con el tiempo, logró estabilizarse gracias a su trabajo duro y a la ayuda de un amigo que le proporcionó mercancía barata. Juntos crearon la marca SpeedWay Motos. En una segunda sociedad, Josman se asoció con un mayorista llamado Junior que vendía la marca Fortuna. Después de las protestas y saqueos en 2017, Josman perdió todo en su negocio, pero pudo obtener un crédito del banco para comenzar de nuevo en Alto Barinas.

Josman, afectado por los saqueos, obtiene un crédito de 280 millones de bolívares y lo dolariza, obteniendo 37 mil dólares que invierte en un medio contenedor de cauchos junto a Junior que estaba en quiebra y le ofreció los 20mil dólares para volver a china, pero Josman al no querer ir a china le ofrece sus 37 mil dólares para invertir. Luego, Josman decide ir a China con Junior y con el dinero que habían juntado, compran un contenedor por 70 mil dólares, faltando 13 mil que le fue prestado por una señora de Barquisimeto. Una vez regresan, Esto le devuelve la fuerza como mayorista y es apoyado por Junior, Con este primer contenedor comienzan a trabajar duro y sin miedo.

A pesar de todos los obstáculos que Josman enfrentó en su camino, nunca se rindió. Desde sus humildes comienzos como vendedor ambulante, hasta su transformación en un exitoso empresario mayorista, Josman nunca perdió de vista su objetivo de ser un hombre de negocios próspero. Incluso después de perder todo en los saqueos, Josman encontró la fuerza para seguir adelante, con la ayuda de amigos y asociados que creían en él. Con valentía, determinación y una mente empresarial astuta, logró sobreponerse a la adversidad y construir su imperio comercial. La historia de Josman es un testimonio de que, incluso en los momentos más difíciles, nunca debemos perder la esperanza. Con trabajo duro y perseverancia, podemos superar cualquier obstáculo y alcanzar el éxito que merecemos.